martes, 22 de octubre de 2013

Genios ingeniosos

En Sicilia, unos años antes de que Cristo naciera, vivía un niño muy perspicaz al que le encantaba descubrir nuevos retos. Estas andanzas suyas eran conocidas en toda Siracusa, su ciudad natal. De vez en cuando llegaba a casa hecho un desastre y su madre tenía que prepararle un barreño de agua caliente para que se diera un baño. 
El observador chiquillo se dio cuenta de que cada vez que se metía en el barreño, el nivel del agua subía. Un día que su madre estaba un poco pachucha decidió llenar el barreño de agua hasta el borde y al introducirse en el, se desparramó todo el agua al exterior. Y así fue como Arquímedes descubrió un principio físico que llevaría su nombre. 


Este cuento es ficticio aunque está basado en el hecho real del descubrimiento del Principio de Arquímedes.

domingo, 20 de octubre de 2013

150 palabras (mundo, puño, luz)



En un mundo de ilusión y fantasía, había toda una civilización de túneles y madrigueras excavados bajo tierra y habitados por topos. Aunque casi siempre vivían en la oscuridad, de vez en cuando subía a la superficie para airearse y cargar las pilas con el sol.
Un día algo sucedió, no sabían que habría sido pero los topos perdieron su don para orientarse y llegar rápidamente a la superficie. Pasados unos días el topo dirigente convocó una asamblea para buscar soluciones. Todos estaban de acuerdo en que no podían seguir así y debían encontrar el modo de llegar a la superficie. No podían vivir sin luz. Decidieron organizarse en grupos y turnos para buscar en distintas direcciones. Toda la comunidad estaba muy animada y esperanzada con la primera expedición de buscadores de superficie. El topo dirigente levantó su puño y lo golpeo con la improvisada mesa dando inicio a la primera cruzada.


sábado, 12 de octubre de 2013

150 palabras (agua, ojos y secreto)

Las lágrimas salían de sus ojos sin cesar mientras caminaba sin rumbo. No sabía a donde se dirigía, estaba un poco desorientada después de la noticia que acababa de darle su amigo. Estaba muy triste y se sentía engañada y desilusionada, porque había estado guardándole ese secreto durante tanto tiempo. Y como lo había conseguido, algo así, era muy difícil de esconder, pero a pesar de todo lo había conseguido durante meses. Su alma gemela del colegio se mudaba al otro lado del mundo. ¿Qué iba a hacer ella ahora? ¿Con quien jugaría en el recreo?
De repente empezó a llover. Las gotas de  agua de lluvia le empaparon la cara en un momento, se mezclaron con sus lágrimas. De repente encontró a su madre que estaba buscándola sin descanso. 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Miércoles Mudo


Fuente: people are strange

sábado, 5 de octubre de 2013

150 palabras (vara, dedos y nata).

El sol comenzaba a caer cuando se dirigía a casa, otro día estaba a punto de acabar. Había pasado por una confitería y se había comprado un pastel de nata. Solo quería llegar a casa para dar cuenta de el. Le había costado mucho decidirse por uno, todos tenían una pinta estupenda. Quería darse un pequeño homenaje, se lo merecía por el duro trabajo realizado durante las semanas anteriores.
En cuanto llegó al pequeño apartamento se preparó un baño de agua caliente con sales aromáticas y mucha espuma. Estaba totalmente relajada en la bañera, pensando en el dulce que estaba esperándola en la cocina. Ya le apetecía chuparse los dedos, sin haberlo probado. Alguien llamó a la puerta interrumpiendo su éxtasis. 
- ¿Quién será? ¿Algún comercial que pretende darme la vara? -pensó - no abriré, no quiero que nadie arruine mis planes. 
Salió de la bañera y se puso cómoda para disfrutar de su merecido pastel. 

viernes, 27 de septiembre de 2013

150 palabras (armario, pepino, pez).

En un mundo de ilusión y fantasía había un gran océano en el que vivía un pez al que todos llamaban armario. Se había ganado ese mote por su gran envergadura. 


Todo lo que tenía de grande, lo tenía de bonachón. Tenía muchísimos amigos en el profundo océano. 
Un día se fue de viaje con su bien amigo el pez martillo. Recorrieron infinidad de lugares y rincones de aquella inmensidad e hicieron multitud de amigos en su viaje. Ya de regreso, pararon a hacer noche en un hospedaje acuático que regentaba un pepino de mar*. Era tan feo, que al instante descubrieron porque aquella pensión estaba vacía. A pesar de lo desagradable que era mirarlo, decidieron alojarse allí, porque estaban muy cansados y aún les quedaba un largo camino para volver a casa. Para su sorpresa descubrieron lo cómodo y acogedor que era el lugar. 

*nombre vulgar de la holothuroidea. 

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ya ha pasado un año

Cada parto es un mundo, todos son distintos, unos mejores y otros peores. Voy a contaros como fue el mío. Podía haber sido de libro ...
La madrugada del 24 de septiembre, como cada amanecer (aunque todavía era noche cerrada), me desperté con ganas de hacer pipí. Despierta y aún tumbada en la cama noté que ese día era diferente al resto, tenía una sensación distinta, que no sé explicar. No sé por qué, llámalo intuición, me levanté de un salto (mi recuerdo es que di un triple salto mortal, pero la realidad de mi estado me dice que fue un saltito sin más). De este modo solo cayeron tres gotitas de líquidillo en el colchón y un charquito en el suelo. Con las piernas muy apretadas la una contra la otra me dirigí al baño. Por el camino me arrollaba más por los muslos y dejé un pequeño rastro en mi recorrido. Cuando me senté en el inodoro noté que había roto la bolsa. Eran las 5 de la mañana y estaba acabando la semana 38 de embarazo.
Desperté al futuro padre con la mayor delicadeza que pude, le tranquilicé y dije que teníamos al menos dos horas. Así que puse una lavadora mientras nos duchábamos, él se afeitó, y yo aunque no tenía hambre comí algo, no fuera a ser que no me dejaran comer nada en el hospital hasta que naciera la niña (recomendación de mi matrona).
Antes de las 7 de la mañana estábamos de camino al materno-infantil. Vivimos en la otra punta de la ciudad, pero es muy pequeñita y apenas había tráfico.
Parados en un semáforo, decidimos el nombre de la pequeña Hache, pero esa historia y la de sus apellidos, os la cuento otro día.
Me ingresaron por urgencias, me confirmaron que había roto la bolsa pero que no estaba de parto. [ya decía yo que no tenía ni un dolor]. Debido a los recortes en sanidad, varias plantas estaban cerradas y había overbooking en las que estaban en funcionamiento. No había habitaciones libres. Nos monitorizaron a mí y al bebé durante una hora y solo tuve una contracción.
Me dijeron que para hacer tiempo hasta que tuviera una cama disponible podía ir a la cafetería a comer algo. Con ropa de calle, pulsera de ingreso, una vía en la mano y vertiendo fluidos esporádicamente fuimos a desayunar.
Volvimos a la sala de espera a “esperar”. No sabría deciros cuantos pero nacieron un montón de bebés durante toda la mañana y yo a parte de rebosar de vez en cuando, ni un dolor. Las horas pasaban y nosotros allí seguíamos esperando.
Sobre las 3 de la tarde, 10 horas después de haber roto aguas, me llevaron a un box y me dieron la comida. Mas tarde descubriría que el box era una sala de dilatación.
Ya con el sexy camisón abierto por detrás nos monitorizaron tanto a la peque como a mí y comprobaron que llevaba dilatados 0 cm. Ya habían pasado 11 horas. Me colocaron “proper” en el cuello del útero para inducirme al parto y me subieron a una habitación por fin.
En la habitación me dieron de merendar y también la cena. Para que luego digan que a las parturientas no les dan alimentos en el hospital. 
A última hora de la tarde empecé con contracciones dolorosas q cada vez dolían y duraban más y eran cada menos tiempo. Cuando me bajaron a monitores otra vez, las tenía de casi 1 min y cada 3,5. Me hicieron un tacto y no había dilatado ni 2 cm. con lo q todavía no estaba de parto. Me quitaron la mecha y empecé a tenerlas mucho más intensas y dolorosas. Vomité parte de la cena (lógicamente, no se para q me la dieron). Vino la matrona en el cambio de turno del ginecólogo y me hizo un tacto, me dijo q estaba de casi 3 y q iba a llamar al anestesista. Me pusieron la epidural y eso fue ... indescriptible. En poco más de dos horas dilaté los 10 cm. pero dejé de tener contracciones (yo no las notaba pero fue lo que me dijeron). Vino la Gine del turno nuevo y me preguntó que "qué tal estaba, a parte de como una moto". Empujé un poco con ella y la matrona y decidieron ponerme un gotero con oxitocina para provocar otras pocas contracciones y tener al bebé. Creo que no fueron ni 6 contracciones en el paritario y la peque y la placenta ya estaban fuera. Venía con vuelta de cordón y tuvieron que cortar en abundancia y usar ventosa. Nos la enseñaron un segundo y se la llevaron, no me la pusieron encima porque tenían que aspirarle el sistema respiratorio. Enseguida la sentimos llorar desde otra sala. Mientras me pusieron los puntos (un montón, todos internos) la metieron en la incubadora y cuando salimos del paritorio su papi fue con ella un ratin mientras me acomodaban a mi otra vez el box de dilatación. Luego estuvimos los 3 allí 2 horitas y a las 6:30 volvimos la habitación con nuestra peque.